Entrevista a Christian Keller, un suizo director y productor de cine que filma en Latinoamérica su ópera prima reuniendo bajo su mando a un equipo hollywoodense.
Hace un año, estando de viaje en mi ciudad natal Mérida Yucatán, México –y disponiéndome a cubrir como periodista el Festival Internacional de Cine de dicha ciudad (FICMY) para mi programa de radio “Coctel Latino”-Radio Lora Zürich-, decidí ver la película “Gloria”, (acerca de la vida de Gloria Trevi, cantante de rock-pop mexicana) en el cine porque era la única película en español que había en cartelera y pensé que de regreso a Suiza sería muy difícil poder verla. Me sorprendí gratamente al ver que la misma era de excelente calidad y que a pesar de que el tema que trata es fuerte, muestra los hechos como sucedieron sin caer en el amarillismo. Es entretenida, en muchos momentos divertida, con gran dinamismo, agilidad y fuerza y, a la vez, muy dramática; con situaciones extremas que atraviesan los personajes que nos hacen reflexionar y que a nadie dejan indiferente. En aquella ocasión no me preocupé por averiguar quién era el director; simplemente pensé que se trataba de un mexicano con mucha experiencia en el mundo del cine. Cuál no sería mi sorpresa al enterarme hace apenas unos días de que el director y productor es suizo (y además, de Zürich!) y de que dicha película se presentaría también en los cines de Suiza. Decidí que tenía que conocerle y entrevistarle acerca de su hazaña que le tomó 10 años para ser terminada. Se trata de su ópera prima que logró realizarla a pesar de que parecía tener todo en contra. Sin estudios escolares ni experiencia previa como productor y director, a pesar de su juventud (a los 19 años dio el primer paso para realizar la película) y de ser extranjero, sin hablar el idioma del país donde se realizaría el rodaje, sin contactos en el mundo del cine, sin dinero, y sin saber que se enfrentaría a una aventura que hasta para directores y productores experimentados sería casi imposible de llevar a cabo por los numerosos obstáculos que se encontró en el camino, con increíble tenacidad y muchas ganas de terminar lo que había iniciado logró su sueño de convertirse en cineasta. Y no sólo eso, sino que bajo su mando supo conjuntar y llevar a buen término a todo un equipo hollywoodense.
Al ver a Christian nadie se imaginaría la odisea que ha sido su vida en años pasados. Rubio, de caminar pausado y movimientos mesurados, inspira tranquilidad y sencillez. Es, a primera vista, un típico suizo. Llega a la cita en punto (ni un minuto más, ni un minuto menos!), tal como me lo esperaba. Se muestra muy interesado por conocer el punto de vista de una latina -y mexicana- acerca de su trabajo. Durante la plática sorprende de repente con alguna risa franca y divertida, y uno se da cuenta de que en realidad es un chico con un gran sentido del humor. Me resulta increíble que él sea el responsable de la realización de la película de la que estamos hablando y me parece que su sonrisa, optimismo y buen carácter han sido en gran parte la base de su éxito. Mientras él me cuenta siento que su relato puede servirnos de inspiración a los miles y millones de inmigrantes que nos encontramos aquí en Suiza, lejos de nuestros lugares de origen y con muchos sueños y metas por cumplir, y al parecer con mucho o casi todo en contra, como le sucedió a él al principio de todo el proceso.
Reportaje: Asciany Ambriz Pizá
Fotógrafo: Guillermo Fernandez